domingo, enero 27, 2008

Nos gusta sufrir?

Hoy, conversando con un amigo, comento que esta en medio de dos tipos, a los cuales, yo le dije que estaba apostando a perdedor. Es que es tan claro lo que podría pasarle, y me pregunto: ¿somos a veces tan ciegos o es solo que no queremos ver?
Por una parte, esta este chico, compañero de su trabajo, con quien llevó bastante tiempo flirteando hasta que una noche, se lo topo en la disco y tiempo después, como una semana, tuvieron una cita y terminaron en la cama… y como dicen por ahí, lo que fácil viene, fácil se va. Este tipo lo llama desde la playa, borracho, para contarle que le gusta otra persona, y es en ese momento en que me pregunto: ¿Por qué no dejarlo?, ¿para que hacerse daño?
El otro chico, que es mucho peor que el anterior, es un perfecto imbecil. Quedan de acuerdo en una cita, salen, pasean, beben y pareciesen divertirse de lo mejor, y cuando deciden que la noche debe continuar, aparece un amigo de él, lo invita a una fiesta, y lo deja abandonado en medio de la cita. Entonces, ¿Qué pasa? ¿Qué se necesita para abrir los ojos?
Mi amigo me comenta que les dará una segunda oportunidad y me dice que es tan difícil, y lo único que puedo hacer es decirle que definitivamente, esta apostando a algo que tarde o temprano (aunque creo que lo ultimo) saldrá mal y que el perjudicado en esto será él.
A veces pienso que nos gusta sufrir, que nos gusta ser maltratados psicológicamente y me incluso ya que debo reconocer que si, he estado en alguna situación como esta, pero con el tiempo, aprendí y aunque sueñe demasiado frió, que los hombres son desechables; si te sirve, lo usas, sino, se bota.